Hay que tener en cuenta que los jugadores tienen que aprender a compaginar los estudios y el baloncesto.
Para conseguir los objetivos tiene que haber ilusión, trabajo y sacrificio por parte de todos.
El vestuario es el santuario del equipo, por lo que colgaremos frases de motivación, pondremos música, etc.
Concienciar a los jugadores que ganar no es lo importante, las victorias son consecuencias del trabajo.
Los entrenadores tenemos que conseguir un buen ambiente de trabajo y así los jugadores estarán motivados. Recompensar la técnica correcta y no solo el resultado.
Cuando castigamos a un jugador no lo tenemos que humillar y además le explicaremos porque le castigamos. Además intentaremos, a la hora de corregir errores, utilizar siempre un enfoque positivo.
Evitaremos la repetición de los ejercicios y las filas para no tener a los jugadores mucho tiempo en estático, sino que los entrenamientos sean dinámicos.
Durante el entrenamiento, para mantener la concentración, diremos “chachipiruli” y cada jugador tendrá que meter una canasta y seguir con el ejercicio anterior.
A la hora de planificar los entrenamientos tendremos en cuenta la percepción, las decisiones y la ejecución para trabajar la toma de decisión.
Durante las sesiones se aplicaran métodos psicológicos como la técnica de visualización, aplicándola a los tiros libres y sistemas.
En los estiramientos no se deben hacer rebotes y con ellos pretendemos que los jugadores conozcan los diferentes músculos de su cuerpo.
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